desde
la naciente de las aguas y los vientos
Has
llegado sin màs recuerdos que tu mar
con
caracolas de la voz primera
Has
venido para estrenar manos suaves
y
sones cercanos de tu madre nueva
que
te ha legado la vida, su vida, mi vida
Vida
de mi vida, alma de mi alma
mi
dulce dicha azul
nuestros
pulsos esperaban impacientes
tu
leve respiración de canal recién abierto
para
ser completos con tu coronación
Has
llegado, inocencia blanca, inmaculada
desde
la eternidad olvidada a este tiempo ya vivido
a este
tiempo no estrenado, que rueda y circula
generación
tras generación, matemático,
preciso,
indeclinable
casi
como una gran versiòn de algùn mito
que
en blanco nos envía envueltos en misterio y soledad
Has
llegado, Sol del Universo, para alumbrar
las
piedras y las sales, los sauces y los mares
las
almas, los templos, las amapolas y los jazmines
los
pasos, los ojos y las hojas de todos los tiempos.
Has
llegado a mi corazón.