No te detengas
niña
en el sendero rosado
No te detengas
que un ancho río
te espera
con navíos marfiles
para continuar el viaje
No te detengas
que solo recogerás
ramajes ásperos
que te lastimarán las ansias
y lastimarás los sándalos
Sigue
como fruta madura
desparramando
tus olores a sazón
prodigando pulpa y agua
en las perlas de los cielos
y en los clarines de la
tierra
Sigue
que más allá
te esperan calmos álamos
azules
y risas de ópalos y tules
Cielito Alcaide
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