Por fin llegó la lluvia! ¡Pero el calor no quiere irse! ¿Cómo lo convencemos? Le podríamos decir que los pobres yanquis pobres se mueren de frío y lo necesitan; que si no va, estos gringos saquearán el petróleo árabe y que seguro, Sr. Calor, no querrá Ud. ser causa de una guerra. También podríamos argumentarle que los pobres rusos pobres están tapados por la nieve y lo esperan como al salvador de sus heladas venas, que por su ausencia son tan fríos y rubios y blancos. ¿Y si lo soplamos para adelantar el otoño? Pensemos que si nos juntamos varios sopladores lo haríamos llegar hasta Ojo de Agua o lo correríamos hasta Tintina o Donadeu. Aquí cerca nomás, no vaya a ser que se ofenda y no quiera volver más. ¡Le gusta tanto Sgo.! Es porque en estas tierras es donde más se lo quiere aunque, a veces, sea insoportable. Y sí, no cualquiera tiene tanta tolerancia a sus sus abrazos y a los otros abrasos. No va a querer irse así nomás. Pasa que es muy empecinado y no piensa moverse de Santiago.Como yo, que amo mi ciudad. Con calor y todo, aunque cada tanto pida una lluviecita.
jueves, 27 de enero de 2011
lunes, 24 de enero de 2011
Poemario
Que sea este instante/eterno
Que mis tesoros
no se apaguen
no se agoten
no se agoten
en la bruma del olvido
Que mis retoños
sean inmortales
A un lado el abismo
Fuera el vacío
No quiero la nada
No la quiero/ a ella
mujer de la guadaña
Que mi pecho
para vencer
al tiempo
aliado
de ella
La de la Nada
Cielito A.
sábado, 8 de enero de 2011
Nuestro
De todo lo que llamamos nuestro, nuestro destino es lo menos nuestro con lo que jugamos.
Eduardo Mallea
Acerca de la MODA
Dice Roland Barthes: "Calculadora, la sociedad industrial está condenada a formar consumidores que no calculen: si los productores y los compradores de vestidos tuvieran una conciencia idéntica, el vestido sólo se compraría (y se produciría) al ritmo, bastante lento, de su desgaste; la Moda, como todas las modas, se apoya en una disparidad de las dos conciencias: una debe ser extraña a la otra. Para obnubilar la conciencia contable del comprador, es necesario extender ante el objeto un velo de imágenes, de razones, de sentidos, elaborar a su alrededor una substancia mediata, de orden aperitivo, crear, en fin, un simulacro del objeto real, sustituyendo el pesado tiempo del desgaste por un tiempo soberano, ..."
LA NEGRA CACHUMBA
¡Chumba, chumba, cachumba! Despacito se escucha.
Se oye a lo lejos, la alegría que se va.
La tarde que se apaga, el río fresco que se duerme.
Despacito se escucha, se oye a lo lejos, la alegría que se va.
¡Chumba cachumba! retumba la chumba!
¡Chumba cachumba! retumba la chumba!
La Negra Cachumba, vestido floreado
Patas gruesas, patas anchas,
Caderea y sonríe ¡dale que da!
¡Chumba cachumba retumba la chumba!
Chumba cachumba! Los negros se van.
¡No grite Tata, que no volverá a pasar.
Pobre negrita, refriega la ropa y la mancha de grasa que de ahí no se va.
¡Ay olita, mi olita mía! lavame la ropa sino me van a pegar.
Llora la Negra, retumba la chumba ¡que me van a cascar!
Camisa engrasada, con grasa de carro, de carrero y macánico, que es de su
papá.
papá.
¡Chumba cachumba retumba la chumba!
¡Chumba cachumba! La negra se va.
¡Chumba, chumba, cachumba! Despacito se escucha.
Se oye a lo lejos, la alegría que se va.
La tarde se apaga, el río fresco se duerme.
Despacito se escucha, se oye a lo lejos.
La alegría se va.
miércoles, 5 de enero de 2011
De la infancia: CATAMARCA ENGLISH SCHOOL: HAMACAS
El sol se colaba entre las hojas de los coposos árboles. La sombra resguardaba el arenero, los toboganes, las hamacas, los subibaja, el trompo. Era el patio del English School. Todas las tardes, a las 14, pasaba el colectivo azul por la casa a recogerme. Subía con tanta alegría! "Vení, mamita, ponete el perfume que ya llega el ómnibus del Jardín". Era la voz de mi tía, que me anunciaba la proximidad del transporte. Durante el trayecto ya iba pensando en las hamacas. "Hoy voy a subirme, voy a ir corriendo y voy a ganar la mejor hamaquita", me decía, mientras la teacher nos mostraba láminas con the dog, the cat, the monkey, ...
Por fin la salida al patio. Corría, corría, ya llegaba, un poquito, un poquito más, ya ... Siempre esa grandota que aj aj, me empuja, aj, aj, no importa, mañana voy a ganarle, que me importa, mi tía me va a llevar a la placita, ahí también hay un montón de ... hamaquitas, ah, ah ...
Cielito A.
Por fin la salida al patio. Corría, corría, ya llegaba, un poquito, un poquito más, ya ... Siempre esa grandota que aj aj, me empuja, aj, aj, no importa, mañana voy a ganarle, que me importa, mi tía me va a llevar a la placita, ahí también hay un montón de ... hamaquitas, ah, ah ...
Cielito A.
HUMANIDAD
Lo importante es preservar la humanidad de cada ser humano. De allí derivan la conquista y defensa de los derechos, la fortaleza para resistir, la sensibilidad para no soportar las injusticias, la compasión por los desposeídos y sufrientes.
Buen Año
¡Buen Año, vecino! ¡Buen Año, amigo! Son voces más espontáneas que el clásico Feliz Año Nuevo. De tanto uso, se han gastado como todas las cosas, como las ropas que cubren los cuerpos de la pobreza. Feliz Año Nuevo, palabras que otrora habrán tenido un verdadero deseo de felicidad, ahora solo son sonidos de puro tintineo. Puro significante. Cada vez, menos significado. Se las decimos a los compañeros de trabajo, a los hijos, al verdulero, al taxista, a los hermanos, al empleado del banco, a la vendedora de bijou, a los padres, al heladero, a la peluquera, al limpiavidrios, al vecino, al ordenanza de la oficina, al amigo, al conocido y al desconocido. Mucho uso. Demasiado. Y cada vez, más automático. Y cada vez, con menos sentimiento. Con menos sentido. Sin darnos cuenta.
Por eso, propongo que saludemos con sinceridad, con un saludo auténtico de que el Nuevo Año sea bueno para nuestro interlocutor y para nosotros. Al menos una vez al año seamos francos y diáfanos con un buen deseo. Cielito A.
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