Perdón, hermanos olvidados

,Leo el titular "Reprimen a indígenas tobas..." y ya imagino lo que sigue: despojo de sus tierras, castigos físicos, heridos, cárcel, tal vez muertos. Violencia. Sí, lamentablemente es así. Y todo por defender su tierra. Esa tierra que significa su vida, su hogar, su familia, su trabajo, su alimento, su tradición, su cultura, su cotidianeidad y su historia. Escucho las noticias, leo libros y artículos relacionados con desalojos de tierras y solo encuentro que los desalojados son siempre los campesinos más pobres, los aborígenes más indigentes. Los más olvidados. Los más oprimidos. Quienes lo hacen son los que más tienen: más dinero, más recursos, más poder, más ambición, más avidez, más maldad, más deshumanización. Es decir, no lo hacen por necesidad. 
Cómo, entonces, no sentir dolor por esos hermanos, humanos, dejados a la intemperie de una vida sin horizontes, sin más esperanzas que los días pasen, tal vez sin más sueños que lograr un matecocido todos las mañanas.
Cómo, entonces, no llorar por el menoscabo a la humanidad de esos hermanos, cosificados por la mezquindad de espíritu de los poderosos, que también morirán como todos y nada se llevarán de las tierras. Sólo se volverán polvo y serán tierra.  
Perdón, hermanos, por la opresión. 

Cielito A.